La evolución de Cura Malal a través de los años: una mirada del docente e investigador Rodrigo Vecchi
Cura Malal cumple 119 años. El docente Rodrigo Vecchi contó cómo la historia de la localidad está entrelazada con la expansión del ferrocarril y su desarrollo a lo largo del tiempo.

Hoy, 17 de septiembre, Cura Malal celebra el 119° aniversario de su fundación. La localidad ha sido testigo de importantes transformaciones que la marcaron desde sus inicios y que siguen presentes en la memoria de sus habitantes.
La historia de Cura Malal está profundamente ligada a la expansión del ferrocarril y la explotación agropecuaria en la región. Rodrigo Vecchi, docente de Historia, doctor en Arqueología e investigador del CONICET, menciona que la localidad tiene una importancia personal para él, ya que sus abuelos paternos vivieron allí hasta muy ancianos y su padre nació en el lugar. “Parte de mis vacaciones las pasaba en Cura Malal, lo que lo convierte en una segunda casa para mí”, comentó en diálogo con Radio del Volga.
En términos históricos, Cura Malal sigue un patrón común a muchas localidades de la zona, cuyo desarrollo estuvo inicialmente vinculado al ferrocarril. Vecchi explica que el pueblo se desarrolló principalmente en torno a la estancia creada por Eduardo Casey, un empresario de origen británico que adquirió tierras tras la llamada Conquista del Desierto.
“En 1881, después de la Conquista del Desierto, las tierras de Cura Malal fueron entregadas como premio militar a Ángel Plaza Montero, quien, sin poder afrontar las exigencias del contrato, vendió la concesión a Casey”, explica el investigador.
El rol del ferrocarril en el crecimiento de la región
El desarrollo económico de Cura Malal y otras localidades cercanas dependió en gran medida del ferrocarril, un medio de transporte que permitió la conexión de estas zonas rurales con los centros urbanos más importantes.
Vecchi resalta que el ferrocarril permitió a Casey sobrevaluar las tierras que había adquirido, ya que la llegada de la línea ferroviaria facilitaba el transporte de ganado y productos agrícolas. “El ferrocarril fue clave para la expansión de la estancia y el desarrollo del pueblo. Sin caminos ni vehículos, el tren era la única forma de mover mercancías y personas”, subraya.
El primer asentamiento de población eurocriolla en Cura Malal data de 1883, cuando se construyó la estación de tren en la localidad. Este evento marcó el inicio de una nueva etapa para la región, que pasó de ser un territorio principalmente ocupado por colonos sin papeles a un área con mayor infraestructura y organización. “Antes de 1883, había gente viviendo en la zona, incluso criando ganado, pero no tenían títulos de propiedad y fueron expulsados cuando Casey tomó control de las tierras”, señala Vecchi.
Eduardo Casey y la fundación de la estancia
Eduardo Casey jugó un papel crucial en la historia de Cura Malal. Al recibir un préstamo de prestamistas británicos, los famosos Baring Brothers, Casey pudo financiar la compra y el desarrollo de las tierras en la región. “Los Baring Brothers fueron conocidos por sus préstamos a la Argentina, incluso desde la época de Rivadavia, cuando otorgaron un empréstito que tuvo consecuencias económicas para el país”, comenta Vecchi, en referencia a la participación de esta entidad financiera en la economía argentina.
La instalación de la estancia por parte de Casey no fue un proceso pacífico. Según Vecchi, los primeros administradores de la estancia tuvieron que desalojar a punta de rifle a los colonos que ya vivían en la región. “Había personas que habitaban las sierras y utilizaban cuevas como viviendas, pero fueron expulsadas cuando llegaron los hombres armados de Casey”, relata. Este desalojo permitió a Casey comenzar la explotación agropecuaria en la zona, con la introducción de ganado y el alambrado de las tierras.
El fuerte General San Martín y la ocupación temprana
Vecchi menciona un hecho poco conocido en la historia de Cura Malal: la existencia del fuerte General San Martín, construido en 1872 como parte de la avanzada militar durante la Conquista del Desierto. Este fuerte, ubicado en la zona conocida como “El Campamento”, fue el primer asentamiento eurocriollo en la región, aunque su función principal era militar. “El fuerte no solo albergaba soldados, también había una escuela, una posta de correo y comercios”, explica Vecchi, destacando la importancia de este enclave en la historia local.
Cuando el fuerte fue desmantelado en 1876, algunas familias que habían vivido allí se quedaron en la zona. Vecchi señala que estas familias fueron las mismas que posteriormente serían desalojadas por los administradores de Casey. “A pesar de que se menciona a Casey como el primer poblador de la zona, ya en 1872 había presencia de familias eurocriollas en el lugar”, aclara. Este detalle es fundamental para entender que la colonización de Cura Malal no comenzó con la llegada de Casey, sino que se trata de un proceso más complejo.
La evolución de Cura Malal tras la llegada del tren
Con la construcción de la estación de tren en 1883, Cura Malal comenzó a crecer de manera más organizada. Sin embargo, el desarrollo del pueblo no fue tan rápido ni significativo como el de otras localidades cercanas, como Coronel Suárez o Pigüé. Vecchi explica que esto se debe a que Casey no destinó las tierras de Cura Malal para la venta a colonos, como sí lo hizo en otras zonas. “En lugares como Coronel Suárez o Arroyo Corto, Casey vendió parcelas a colonos, lo que facilitó la expansión de esas localidades”, comenta.
En contraste, Cura Malal tuvo que esperar varios años para ver un desarrollo significativo. No fue sino hasta después de la crisis económica de 1890, que llevó a la quiebra de Casey, cuando la región comenzó a avanzar. “La crisis de 1890 obligó a Casey a entregar sus propiedades a los Baring Brothers, y solo entonces comenzó a cambiar la dinámica en Cura Malal”, explica Vecchi. Este proceso, aunque lento, permitió que la comunidad creciera gradualmente en torno a la estación de tren y la estancia.
Un legado histórico que perdura
Hoy en día, Cura Malal sigue siendo una localidad pequeña, pero con un legado histórico que refleja los procesos de colonización y desarrollo que marcaron a muchas regiones de la provincia de Buenos Aires. La historia del lugar, vinculada tanto al ferrocarril como a la explotación agropecuaria, es un testimonio de las transformaciones sociales y económicas que vivió el país en el siglo XIX.
Rodrigo Vecchi concluye que Cura Malal, al igual que otras localidades de la zona, da cuenta de cómo el avance del ferrocarril y la concentración de tierras moldearon la historia de Argentina. “Cura Malal tiene una historia que, aunque menos conocida, es un ejemplo claro de los procesos que definieron a muchas comunidades rurales de la época”, señala.