Daniel Abot: “La democracia no es perfecta, pero es fundamental. Sin ella, solo ganan los sectores concentrados”
Daniel Abot analizó la expulsión del senador Edgardo Kueider como parte de un problema político más amplio en Argentina. Criticó las contradicciones parlamentarias y el uso político de la moralidad. Llamó a renovar las instituciones democráticas mediante un mayor compromiso ciudadano y advirtió sobre la lentitud de la justicia.
En una conversación reciente, Daniel Abot analizó la expulsión del senador Edgardo Kueider, un hecho que considera parte de un problema más amplio de representación política en la Argentina. Abot fue contundente: “La democracia sirve; lo que no sirve son ciertas personas que se aprovechan de ella en beneficio propio”. Además, sostuvo que este caso no es un hecho aislado.
La expulsión fue aprobada en un contexto de denuncias de enriquecimiento ilícito y allanamientos ordenados por la jueza Arroyo Salgado. Para Abot, este tipo de situaciones reflejan un sistema político que permite la proliferación de figuras cuestionables. “Primero tiene que rendir cuentas el partido que lo llevó”, sentenció, haciendo referencia a la responsabilidad del PJ en la selección de candidatos.
Abot también hizo hincapié en las contradicciones evidenciadas durante las discusiones parlamentarias. Señaló que incluso aquellos que inicialmente rechazaban actitudes inmorales terminaron apoyando medidas que permitieron a Kueider mantenerse en su puesto.
Abot extendió su crítica al uso político de la moralidad, aludiendo a episodios como el del diputado salteño en la pandemia. Para él, estas situaciones alimentan una narrativa que desprestigia la democracia y genera apatía en la ciudadanía. “Quieren que la gente no se exprese. Hay toda una campaña para desacreditar la democracia”, afirmó.
El contexto histórico también fue parte de su análisis. Abot recordó episodios como la represión tras el golpe de Uriburu, subrayando que la impunidad no es nueva en la política argentina. “Nunca se investigó nada de esa época. Esto demuestra que las estructuras de poder tienden a protegerse”, aseguró.
El especialista también destacó las diferencias entre casos recientes y otros eventos polémicos, como el memorándum con Irán. Afirmó que este último fue aprobado por el Congreso con apoyo transversal, incluyendo radicales y representantes del PRO. “No tienen vergüenza; lo aprobaron y después intentaron justificar con mentiras”, criticó.
En este contexto, Abot hizo un llamado a la necesidad de mayor compromiso ciudadano para renovar las instituciones democráticas. Aunque reconoció la desilusión de muchos, enfatizó que la alternativa es mucho peor. “La democracia no es perfecta, pero es fundamental. Sin ella, solo ganan los sectores concentrados”, explicó.
Sobre el futuro, se mostró optimista respecto a que las sociedades eventualmente demandan justicia. Sin embargo, advirtió que estos procesos suelen ser lentos y requieren de una ciudadanía activa y organizada. “Algún día vendrá una especie de castigo. La historia lo demuestra; el problema es que a veces tarda demasiado”, reflexionó.
Abot cerró la entrevista instando a la clase política a asumir su responsabilidad y a la sociedad a no perder la fe en la democracia. “Hay gente honorable en todas las expresiones políticas, pero también porquería en todas. La clave es no bajar los brazos”, concluyó.