El fraude de los gurúes financieros: ¿cómo protegerse de sus engaños?
El periodista y licenciado en Sistemas Maxi Flirtman describe cómo estos "gurúes" engañan en redes sociales. Su fórmula combina sectarismo, fitness y desarrollo personal. Muestran un estilo de vida lujoso para legitimar su éxito. Este fenómeno ha ganado fuerza especialmente entre jóvenes, incluyendo menores de edad.
Una “epidemia” de esquemas Ponzi en Argentina
Maximiliano Flirtman, programador, docente y periodista, define la actual proliferación de esquemas piramidales en redes sociales como una "Ponzidemia". Según explica, este fenómeno ha ganado fuerza especialmente entre jóvenes, incluyendo menores de edad. "Estamos llenos, principalmente en redes sociales, que apuntan a todo tipo de público, pero generan un impacto particular en los más jóvenes", afirmó.
Flirtman comenzó su investigación hace varios años, analizando casos como el de Leonardo Cositorto y su criptomoneda respaldada en oro, Zoë Cash. Desde entonces, ha observado cómo estas prácticas evolucionaron hacia un modelo más sofisticado que utiliza discursos persuasivos para captar a personas vulnerables. "Algunos discursos tienen características de secta, diseñados para evitar problemas legales y maximizar la captación de víctimas", señaló.
Esquemas piramidales y jóvenes
En Argentina, los menores involucrados en estas actividades tienen entre 12 y 19 años, según Flirtman. "El de 12 copia el discurso del de 14, el de 14 al de 17, y así sucesivamente", detalló. Los participantes más experimentados suelen estar conectados con promotores mayores provenientes de países como España o Estados Unidos. El trasfondo, afirma, es siempre un esquema piramidal disfrazado de emprendimientos legítimos.
Una de las estrategias comunes es la promoción de cursos de trading, donde los jóvenes aparentan ser millonarios para atraer más personas al sistema. "Todo se reduce a atraer más gente al sistema, que ponga plata, que invierta. Después, esa plata se reparte dentro del mismo esquema", explicó Flirtman, destacando que el verdadero negocio está en reclutar nuevos miembros, no en las supuestas inversiones.
Engaños bien diseñados
El término “trading” ha sido tergiversado para captar a personas con poco conocimiento sobre criptomonedas o finanzas. "Es más fácil engañar con cripto porque la gente no entiende cómo funciona", afirmó Flirtman. En muchos casos, los promotores muestran un estilo de vida lujoso para legitimar su éxito, alquilando propiedades en Puerto Madero o Dubái y presentándolas como propias. "Alquilan un Airbnb entre varios, graban contenido y aparentan que viven ahí durante meses", agregó.
La falta de regulación en las criptomonedas y la confusión general sobre estos temas han facilitado el crecimiento de estos esquemas. "Es común que vendan cursos con nombres en inglés como ‘Close Work’ o ‘Video Editing’, pero nunca enseñan lo que prometen. Todo es una excusa para captar más personas", comentó.
Consecuencias legales y sociales
Flirtman también mencionó cómo estos esquemas afectan al sistema financiero y a las víctimas. "En algunos casos, los jóvenes compran cuentas de Mercado Pago a personas en situación de calle por sumas mínimas, luego de que sus propias cuentas han sido bloqueadas", relató. Estas prácticas no solo son ilegales, sino que también reflejan la precariedad y falta de escrúpulos en estas estructuras.
A pesar de la evidencia, Flirtman sostiene que la justicia enfrenta dificultades para perseguir estas actividades debido a la complejidad de las operaciones y la habilidad de los promotores para evitar incriminarse. "Muchos no reconocen dónde está el delito y terminan delatándose sin darse cuenta".
"El secreto para hacer plata no existe, nadie lo tiene", dice Flirtman al referirse a las promesas de riquezas rápidas que circulan en internet. Según él, muchas de estas propuestas son fraudulentas y se camuflan bajo la apariencia de sistemas de inversión o cursos que prometen enseñar a ganar dinero fácil. "Lo que te va a enseñar es algo que él compró a otro que le dice que tiene que enseñar", advierte, haciendo hincapié en que, en muchos casos, las personas que ofrecen estos cursos carecen de la experiencia necesaria para enseñar un verdadero negocio.
Exhibición excesiva de lujo como señal de alerta
Para Flirtman, uno de los principales indicios de que algo no es legítimo es la exhibición excesiva de lujo. "Si te están mostrando lujo, billetes, autos, relojes, no confíes. Los que tienen plata no andan con lujo", afirma. De acuerdo con el experto, quienes realmente logran acumular riqueza no se dedican a mostrarla en redes sociales, ya que saben que eso solo atrae a estafadores o personas que buscan sacarle provecho a la ingenuidad de los demás.
Otro punto clave que menciona es la falta de experiencia laboral de quienes se presentan como gurúes de las finanzas. Flirtman señala que muchos de estos individuos aseguran haber tenido trabajos comunes, pero rápidamente se convierten en "traders" o expertos financieros, sin contar con formación adecuada ni historial en el sector. "Si el tipo no tiene experiencia en nada, ¿de qué te va a enseñar?", se pregunta, sugiriendo que en estos casos estamos frente a una estafa de tipo piramidal.
La prevención como herramienta clave
Además de los indicios visibles, Flirtman destaca la importancia de la prevención. "Enseñarles a los chicos, hablar de esto en casa, es esencial", señala. Muchos jóvenes, expuestos a contenidos en plataformas como TikTok e Instagram, se ven atrapados por falsas promesas. "En los grupos de jóvenes, hay una minoría que está cayendo en esto", menciona, destacando la importancia de identificar estos peligros antes de que sea demasiado tarde. El experto también apunta a la falta de filtro de los adolescentes, quienes, al estar constantemente expuestos a contenido digital, tienden a tomar como cierta toda la información que ven online.
Flirtman también resalta el rol de las redes sociales en la proliferación de estas estafas. "Las redes sociales son cómplices", dice, señalando que incluso las plataformas más grandes como Meta (Facebook, Instagram) y X (anteriormente Twitter) permiten la difusión de estafas a gran escala. A pesar de las denuncias de los usuarios, las plataformas a menudo no toman medidas efectivas. "Es increíble que veas un aviso con Messi, o con la cara de Elon Musk, y las redes no lo quiten", se lamenta Flirtman, aludiendo a la facilidad con la que los estafadores usan la imagen de celebridades para ganar credibilidad.
Finalmente, el experto concluye con un consejo simple pero crucial: "Pensá que es una estafa y que después tenés que ir a defensa del consumidor". La clave está en ser desconfiado y no dejarse llevar por la urgencia de ganar dinero fácil. Para Flirtman, la educación y la prevención son esenciales para evitar que más personas caigan en estos fraudes, especialmente los jóvenes que aún no tienen la capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso en el entorno digital.


