El proteccionismo de Trump, CFK y Rosas: un modelo en contraste con el liberalismo de Milei
Donald Trump y CFK comparten una visión proteccionista para fortalecer la industria local y crear empleo, imponiendo aranceles y restricciones a las importaciones. En contraste, Milei optó por eliminar barreras comerciales, lo que resultó en un aumento del desempleo en Argentina y una caída de la producción industrial.

A principios de 2025, Donald Trump, en su nuevo mandato como presidente de Estados Unidos, anunció una batería de políticas proteccionistas que buscan reindustrializar el país, fortalecer el empleo local y contrarrestar la competencia de productos extranjeros, especialmente de China.
Este enfoque, que incluye la imposición de aranceles elevados a las importaciones y la promoción de incentivos fiscales a la industria nacional, contrasta notablemente con las medidas liberales adoptadas por el gobierno argentino de Javier Milei, que prioriza la apertura total de mercados y la eliminación de barreras comerciales. Para comprender este contraste, resulta útil comparar estas políticas con dos episodios históricos en Argentina: el proteccionismo del kirchnerismo y el de Juan Manuel de Rosas en el siglo XIX.
Trump y el resurgir del proteccionismo industrial
Trump ha justificado su política proteccionista con cifras contundentes. Durante su primer mandato (2017-2021), Estados Unidos logró reducir el déficit comercial con China en un 7,8 % al implementar aranceles promedio del 19,3 % sobre productos importados. Según datos del Bureau of Economic Analysis, la producción manufacturera creció un 3,2 % anual en ese período, revirtiendo una tendencia a la desindustrialización de las últimas décadas. Ahora, en su segundo mandato, ha elevado aranceles hasta un 25 % en sectores estratégicos como la tecnología y la automoción, acompañado de un plan de subsidios por USD 500.000 millones para empresas que relocalicen su producción en territorio estadounidense.
En contraste, Javier Milei, quien públicamente admira a Trump, ha adoptado políticas radicalmente opuestas. La eliminación de aranceles a las importaciones en Argentina ha generado, según la consultora Abeceb, una caída del 15 % en la producción industrial en 2024, con la pérdida de más de 120.000 empleos en el sector manufacturero. Además, la apertura irrestricta de importaciones ha agravado el déficit comercial, que alcanzó los USD 12.000 millones en 2024, el mayor en más de dos décadas.
Kirchnerismo: el proteccionismo como motor del crecimiento
En la Argentina contemporánea, el modelo kirchnerista (2003-2015) utilizó herramientas proteccionistas para apuntalar la industria nacional y fomentar el empleo. Entre 2003 y 2011, el Producto Bruto Interno industrial creció a un promedio del 8 % anual, mientras que el empleo formal en el sector manufacturero se expandió un 25 %, según datos del INDEC. Las políticas de sustitución de importaciones, combinadas con un tipo de cambio competitivo y acuerdos bilaterales con Brasil, lograron diversificar la matriz productiva del país.
El proteccionismo kirchnerista también se reflejó en el comercio exterior. Por ejemplo, el saldo de la balanza comercial en 2011 alcanzó un superávit de USD 10.000 millones, favorecido por medidas como las licencias no automáticas y las restricciones a productos extranjeros que competían con bienes locales. Sin embargo, estas políticas enfrentaron críticas por su implementación burocrática y denuncias de corrupción, problemas que empañaron en parte sus logros.
Milei, en cambio, ha optado por eliminar todas las barreras al comercio exterior y reducir drásticamente la participación del Estado en la economía. Este enfoque ha tenido efectos negativos inmediatos: según la Unión Industrial Argentina (UIA), la capacidad instalada en la industria cayó al 50 % en diciembre de 2024, mientras que el desempleo en el sector alcanzó niveles preocupantes, llegando al 12,4 %.
Rosas y la defensa del mercado interno
El antecedente histórico más emblemático del proteccionismo en Argentina es el de Juan Manuel de Rosas, gobernador de Buenos Aires entre 1829 y 1852. Rosas utilizó aranceles altos y restricciones a las importaciones para proteger la producción ganadera y agrícola de la provincia, enfrentando la competencia de productos europeos. Según el historiador Tulio Halperín Donghi, los ingresos por exportaciones crecieron un 40 % durante su mandato, gracias a la consolidación de la economía rural como base del comercio exterior.
Rosas también impulsó políticas para favorecer el empleo local y fomentar la independencia económica, en un contexto internacional marcado por las guerras napoleónicas y la expansión colonial. Aunque su modelo proteccionista fue criticado por algunos sectores comerciales porteños que dependían del comercio libre, logró sentar las bases de una economía más resiliente frente a las fluctuaciones del mercado global.
El liberalismo extremo de Milei: riesgos para la economía argentina
Las políticas liberales de Javier Milei han generado fuertes tensiones económicas y sociales. Mientras Trump y otros líderes internacionales adoptan medidas proteccionistas para proteger sus economías, Milei ha eliminado subsidios, reducido aranceles a cero y promovido una dolarización que ha disparado la inflación y la pobreza. Según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la pobreza alcanzó el 48,3 % en 2024, impulsada por la pérdida de empleos en sectores como el textil, el calzado y la metalurgia, que no pueden competir con productos importados.
El contraste con Trump es evidente: mientras el mandatario estadounidense apuesta por fortalecer la producción nacional y el empleo, Milei desmantela las herramientas de protección económica, aumentando la vulnerabilidad de la industria argentina frente a competidores globales. Asimismo, el modelo proteccionista de Rosas y el kirchnerismo demuestran que una economía sólida requiere de políticas activas que prioricen el desarrollo interno.
El proteccionismo, lejos de ser una política obsoleta, se presenta como una estrategia eficaz para impulsar la industria, el empleo y la soberanía económica. La experiencia de Trump, el kirchnerismo y Rosas contrasta con las medidas liberales de Milei, que parecen llevar a la Argentina hacia una dependencia creciente y una mayor desigualdad.