Fuegos artificiales: un espectáculo con más de dos mil años de historia
Los fuegos artificiales nacieron en China hace más de dos mil años y se usaron inicialmente en rituales. Aunque siguen siendo populares, su uso descontrolado genera riesgos ambientales, molestias a personas y animales. Provincias como Neuquén y Río Negro ya legislan para limitar su empleo.
El origen de los fuegos artificiales se remonta a la antigua China, alrededor del siglo II a.C. Se cree que su descubrimiento fue accidental, cuando se arrojaron cañas de bambú al fuego, provocando explosiones por la acumulación de aire caliente dentro de las cañas. Este fenómeno llamó la atención de los alquimistas, quienes posteriormente experimentaron con una mezcla de salitre, azufre y carbón, dando lugar a la creación de la pólvora.
Inicialmente, los fuegos artificiales eran utilizados en rituales para ahuyentar malos espíritus y atraer buena fortuna. Con el paso de los siglos, esta invención fue llevada a Oriente Medio y Europa a través de las rutas comerciales. En Italia, durante el Renacimiento, se perfeccionaron las técnicas, añadiendo metales y compuestos químicos que producían colores vibrantes al arder.
Su uso se popularizó en celebraciones reales y festividades religiosas, ganando reconocimiento como un símbolo de alegría colectiva. Hoy en día, los fuegos artificiales combinan conocimientos ancestrales con avances tecnológicos, ofreciendo espectáculos cada vez más complejos en festivales, eventos culturales y conmemoraciones alrededor del mundo.
Cuidados y leyes para limitar su uso
No hay que olvidar, de cualquier manera, que representan un riesgo si son utilizados sin cuidado. Más allá de las posibles quemaduras, el ruido excesivo produce efectos indeseables en mascotas y personas con trastorno del espectro autista o TEA. Además, también suponen un riesgo para el ambiente ya que su uso excesivo libera partículas contaminantes y dióxido de carbono a la atmósfera.
En este marco, diversas zonas del país legislaron al respecto. En Neuquén, la Ley 2.833 prohíbe en todo el territorio de la provincia la utilización, tenencia, acopio, exhibición, fabricación y expendio al público de pirotecnia. En Rio Negro, la prohibición alcanza solo a la pirotecnia audible y en Jujuy existen multas para aquellas personas que utilicen fuegos artificiales con sonidos elevados. En otras provincias, como Córdoba, cada municipio regula el uso como quiere.
Con una larga historia que lleva más de dos milenios, los fuegos artificiales y la pirotecnia entretienen y llaman la atención de jóvenes y adultos. Utilizarlos con cuidado es fundamental para pasar las fiestas sin problemas.
Fuente: agencia.unq.edu.ar